Con ventas que superaron a las del año pasado, más de 50.000 personas recorrieron los stands de librerías y editoriales de la Feria del Libro que se concretó en la capital provincial el último fin de semana largo de agosto. Además, más de 15.000 niños y niñas participaron de las actividades especialmente dedicadas a las escuelas y las infancias.
Paraná Lee aumentó la apuesta de ediciones anteriores con más de 100 puestos feriales, una programación variada que convocó a las y los autores más importantes del país y una puesta espacial que pudo albergar a las personas que se acercaron, recorrieron y permanecieron disfrutando de la lectura y el encuentro con los libros. Más de 50 mil personas recorrieron los espacios y alrededores de Sala Mayo y disfrutaron de la programación que este año incluyó talleres de poesía, podcast, textos dramáticos, encuentros con los escritores, lectura de poemas a la siesta, espectáculos de poesía y danza, música en vivo, entre otros. Los autores invitados este año fueron Juan Sasturain, Gabriela Cabezón Cámara, Dolores Reyes, Fabián Casas, Tamara Tenembaum, Romina Paula, Laura Wittner y María Luque.
Paranaenses y turistas este año no solo presenciaron las entrevistas, las presentaciones y las lecturas, sino que pudieron formar parte de actividades de encuentro con sus escritores favoritos. Todos los días, la feria comenzaba la jornada con talleres dictados por escritores y escritoras invitadas y continuaba con la novedosa propuesta “Citas mágicas”, una programación que incluía un café con Juan Sasturain, una mañana de dibujo con María Luque y lectura de poemas en la isla junto a la poeta Laura Wittner.
Las editoriales y las librerías locales y de la región destacaron la puesta y la organización de la Feria. Todos coincidieron en que se convirtió en un lugar de encuentro para paranaenses y turistas.
“Este año las ventas fueron diferentes: muchas personas vinieron a buscar libros muy específicos, joyitas que teníamos en la librería y que eran difíciles de conseguir” expresó Imanol, representante de la librería local Vaporeso.
“A pesar de la modificación de los precios, las ventas se mantuvieron, eso es muy bueno” indicó Dafne, de librería Del Ateneo.
“Es una buena oportunidad que tenemos todos los años, para nosotros es una fiesta del libro. Este año tenemos mucha literatura infantil que marca una tendencia creciente en el mercado, en el consumo y en las prácticas culturales. Me parece que es una linda oportunidad para que todos se puedan acercar y un buen momento para la venta a pesar de este contexto económico difícil, me parece que es una buena política pública que impulsa a los libreros y el mercado editorial. Además, alimenta ese derecho a la cultura año tras año” indicó Sofía Daichman de la librería Barco de Papel.
“Es un placer poder estar acá, ya vinimos el año pasado, la verdad que los paranaenses nos tratan de maravillas, la gente de la organización, los lectores, es gente fiel a lo que elige y lo que lee y les gusta mucho la lectura. Nosotros transitamos por varias ferias del país y realmente nos sacamos el sombrero de lo que es Paraná” expresó Nora Zorsoli y Hugo Barreta de Editorial Relieves.
“La feria ha ido dando saltos o ha ido avanzando con el paso del tiempo en su organización. Hemos vendido más libros que el año pasado, y el año pasado fue una buena feria para nosotros. Así que, por lo menos en cantidad de ejemplares, y eso también nos pone contentos porque nos ayuda a seguir adelante, a pesar de las dificultades y del contexto” expresó Pablo Felizia, de la local Ana Editorial.
“Esta es nuestra segunda vez en la Feria y nuestro balance es muy positivo. Destaco mucho la programación. Tuvimos unas excelentes ventas. El emprendimiento también se diversificó y a las personas les interesó mucho eso” manifestó Iván, del emprendimiento santafesino Zeppelin rompecabezas.
Las y los feriantes coincidieron en que, al ser una feria de gestión sostenida y en crecimiento, la Paraná Lee genera una circulación de público que recuerda los proyectos editoriales y regresa año tras año a buscarlos y esto hace crecer la demanda.
Gurisas y gurises lectores
El público de la Feria estuvo compuesto en gran medida por familias que se acercaron con sus hijas y sus hijos a las diferentes propuestas destinadas a las infancias. El domingo se desarrollaron actividades especiales para las infancias, que incluyeron propuestas lúdicas, musicales y de promoción de la lectura.
“Comenzamos la feria con el día exclusivamente para las escuelas y las organizaciones sociales. Alrededor de 50 instituciones con más de 5.000 estudiantes pudieron recorrer no solo el predio ferial, sino el espacio destinado exclusivamente para ellos: mediadores de lectura, un ama de llaves que les indicaba el recorrido por espacios mágicos hicieron de la jornada un espacio muy estimulante” indicó Guadalupe Pellegrini, coordinadora del Espacio Infancias.
Así también, el domingo, día de la niñez, contó con una programación especial para los más chicos, que incluyó música, juegos, talleres, campamento literario de la mano del Ministerio de Cultura de la Nación y mediación de lecturas en el exterior de la Sala Mayo.
Testimonio de los asistentes
“Me parece muy interesante porque hay ofertas para todos los gustos y estos espacios son muy importantes para difundir el libro, la verdad que está muy bien organizada y felicito a los organizadores porque realmente vale la pena visitarla y apoyar a los libreros” expresó Manuel Amatti vecino de Paraná.
“Una maravilla esta feria, estoy feliz. Hay muchas opciones para todos, me parece muy interesante. Se nota el trabajo que hubo en la organización y es lo que nos incentiva a venir” Cristina, vecina de Paraná.
“Nos parece muy interesante que las infancias tengan este espacio en la programación de una Feria del Libro. La promoción de la lectura desde temprana edad es fundamental para el arte y para la vida” manifestó Marita, turista y docente de Córdoba”.